Catedral de Santa María del Mar de Barcelona: Consejos para Visitar esta Joya del Gótico Catalán

En el barrio de La Ribera se localiza una de las joyas indiscutibles de Barcelona. La Catedral de Santa María del Mar, a solo 20 minutos de nuestro hotel boutique en el centro de Barcelona, es una de las paradas obligatorias en toda visita por la ciudad condal. Construida en el siglo XIV, esta basílica se ha popularizado en los últimos años gracias a la novela La Catedral del Mar del escritor Ildefonso Falcones. Más de seis millones de ejemplares vendidos en todo el mundo han conseguido volver a poner en el foco este templo icono del arte gótico catalán.

Historia y curiosidades de la Catedral de Santa María del Mar

La primera piedra para levantar la Catedral de Santa María del Mar de Barcelona se puso en el año 1329. Un par de décadas después, los trabajos de construcción tuvieron que pararse debido a la peste negra que irrumpió en la ciudad a bordo de un barco procedente de Génova. Los estibadores no tardaron en contagiarse y tampoco el resto de la población. Se estima que murió alrededor del 60 % de los barceloneses como consecuencia de esta pandemia.

Este fue solo el primer revés que tuvo que soportar la basílica, pues solo un siglo después quedó gravemente dañada tras un terremoto. A lo largo de su historia también ha tenido que resistir bombas, primero de la Guerra de los Nueve Años, que enfrentó a Francia con la Liga de Augsburgo, y mucho más adelante de la Guerra Civil española.

Catedral Santa Maria del Mar - Barcelona

La basílica se erigió en lo que fue, en sus orígenes, un barrio marinero. De hecho, se encontraba a escasos 50 m del mar. Fueron precisamente los pescadores y los vecinos del lugar quienes, con su esfuerzo, consiguieron dar vida a esta joya del arte gótico catalán.

Algo que llama mucho la atención de la Catedral de Santa María del Mar son sus maravillosas vidrieras. Basta con fijarse un poco para identificar en una de ellas el flamante escudo del FC Barcelona. Curioso, ¿no?

Otra gran protagonista en el interior de este templo es la luz, que se filtra por los amplios ventanales y brinda una extraordinaria sensación de amplitud. Antes de entrar, no olvides contemplar el enorme rosetón de la fachada principal. Este se derrumbó en el terremoto, pero posteriormente fue restaurado.

Imperdibles son también las terrazas de la Catedral, desde donde se obtienen unas vistas formidables de Barcelona especialmente al atardecer. Disfrute de su estancia en nuestro hotel boutique cerca de Ciutat Vella.

Leave a Comment