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Uno de los lugares imperdibles de Barcelona es la Plaça Reial. Gracias a su céntrica ubicación, a un paso de La Rambla, no es extraño reparar en ella. Lo cierto es que toparse con esta plaza en mitad de cualquier recorrido supone una grata sorpresa, dado su ambiente siempre animado. La Plaça Reial queda a un corto paseo de nuestra casa de huéspedes en el centro de Barcelona, por lo que se trata de un alojamiento más que conveniente para tener las principales atracciones turísticas de Barcelona siempre a mano.

La Plaça Reial se sitúa sobre un enorme solar que hasta el siglo XIX ocupó el antiguo convento de Santa Madrona de los capuchinos. En la época de las desamortizaciones, muchos edificios religiosos fueron expropiados y este convento no fue una excepción. La realidad fue que, entonces, este terreno quedó liberado y, unos años después, se decidió levantar la Plaça Reial en estilo neoclásico francés.

En el corazón de la plaza se instaló la Fuente de las Tres Gracias, que exhibe a las diosas Aglaia, Eufrosine y Talia. Otro de los símbolos de este lugar son las dos farolas de seis brazos diseñadas por el arquitecto Gaudí. Tampoco pasan desapercibidas las palmeras que adornan la plaza, cada una de ellas de diferente altura.

Todos estos elementos se funden con una de las señas de identidad de la plaza: los arcos de medio punto que la rodean. Tras ellos, se esconden un buen número de bares donde sentarse a tomar una cerveza o un refresco acompañado de alguna tapa o snack. Las terrazas, siempre llenas, contribuyen a agregar dinamismo a esta plaza que parece no dormir nunca.

El resultado es un rincón barcelonés que combina a la perfección la elegancia de los edificios porticados colindantes con el ambiente cada vez más bohemio. Además, al caer la noche, la plaza se convierte en el punto de encuentro de muchos jóvenes que abarrotan los bares, restaurantes y locales de ocio en busca de la mejor vida nocturna.

Cómo llegar a la Plaça Reial de Barcelona

La Plaça Reial se localiza a un paso de La Rambla, justo al otro lado del Gran Teatre del Liceu. Asimismo, está situada muy cerca de otras atracciones turísticas, como el Museo de Cera, el Palacio Güell o la Basílica de Santa María del Pi.
Puede llegar caminando fácilmente desde Hotel Casa Vaganto o bajarse en la estación de metro Liceu (L3) si está en la otra parte de la ciudad.